
La pregunta de equidad en los fondos de alivio por COVID
Los efectos de largo plazo de la pandemia de COVID-19 en nuestro sistema educativo han dejado un profundo impacto en los estudiantes, uno que continuará afectandolos por varios años. Retos de aprendizaje a distancia, trauma, mayores apoyos de salud mental, ausentismo crónico, y problemas con la asignación de maestros han dejado a nuestros estudiantes considerablemente “atrás” de donde estaban en los años anteriores a la pandemia. Las repercusiones de estos retos son preocupantes, particularmente para estudiantes marginalizados, quienes enfrentan brechas más extensas de oportunidades y rendimiento.
Mientras que algunos se oponen a enfocarse en la “pérdida de aprendizaje,” estudios recientes indican que la pandemia ha engrandecido las brechas existentes de oportunidad y rendimiento para estudiantes marginalizados. Particularmente, estudiantes de bajos recursos y estudiantes de color, quienes experimentaron periodos prolongados de aprendizaje a distancia, y fueron desproporcionadamente afectados, llevando a un descenso de resultados en los exámenes, altos índices de muertes por COVID, aumento en el reporte de depresión y ansiedad, y limitadas actividades sociales. Para el 2022, los estudiantes en el 10% de los distritos más pobres vieron un descenso doble en el rendimiento académico comparado a distritos más afluentes, con estudiantes retrasados hasta por tres trimestres del año en matemáticas. Además, la brecha de resultados en lectura y matemáticas entre los estudiantes Blancos y Afroamericanos se agrandó por 4 y 13 puntos, respectivamente, y estudios estiman que los estudiantes de primaria en escuelas mayormente Afroamericanas pueden tener un retraso de 12 meses en comparación a las escuelas mayormente Blancas.
Entonces, ¿qué se puede hacer para abordar estas alarmantes desigualdades? Los estudios han identificado dos estrategias que prometen cerrar las brechas raciales y económicas para los estudiantes más desatendidos: la tutoría de alta dosis y la aceleración. Ambos enfoques necesitan inversión en la recuperación de aprendizaje.
La tutoría de alta dosis ha mostrado un potencial significativo al producir avances académicos, los expertos estiman un aumento promedio de cerca de ocho puntos percentiles en exámenes estatales de rendimiento – aproximadamente lo equivalente a 19 semanas de instrucción. Al contrario de la tutoría estándar o la auto-guiada, la tutoría de alta dosis incluye al menos media hora de tutoría uno-a-uno o en grupos pequeños, al menos tres veces por semana, ofrecida por educadores entrenados. Esta intervención ha probado ser particularmente benéfica para estudiantes de primaria en escuelas mayormente pobres y mayormente minoritarias. Al invertir en la tutoría de alta dosis, las escuelas pueden ayudar a los estudiantes desatendidos a obtener progreso significativo al recuperar aprendizaje perdido.
A pesar de su efectividad, un análisis del 2022 sobre los gastos durante COVID reveló que sólo cerca de la tercera parte de los fondos federales de alivio fueron dedicados a esfuerzos de tutoría. Alarmentemente, mientras que 80% de las escuelas indicaron ofrecer tutoría, sólo 10% de los estudiantes realmente recibieron tutoría de alta dosis para principios del 2023. Para mejorar los resultados de aprendizaje de estudiantes desatendidos, las escuelas y los distritos deben priorizar la inversión en la tutoría de alta dosis.
La segunda estrategia prometedora es un cambio en la instrucción, de remediación a aceleración de los enfoques instructivos. En lugar de enfocarse solamente en identificar y corregir brechas de aprendizaje, la aceleración se centra en ofrecer contenido al nivel escolar al mismo tiempo que provee las habilidades y la información necesarias. Los estudios han demostrado que los estudiantes de color y de bajos recursos, aún cuando dominan el contenido de su grado escolar, son más probables a experimentar remediación que sus compañeros Blancos, más afluentes. Sin embargo, TNTP (anteriormente El Proyecto Maestro Nuevo) y la organización Zearn encontraron que los estudiantes que reciben aceleración para cubrir pérdida de aprendizaje generada por la pandemia no sólo cubrieron más lecciones académicas que sus compañeros, sino que recuperaron su éxito pre-pandemia. Interrumpir la dependencia desproporcionada en remediación para grupos estudiantiles desatendidos puede llevar a mejores resultados de aprendizaje y el cierre de brechas de rendimiento académico.
Algunos estados han dirigido los fondos de alivio por COVID hacia implementación de estrategias de aceleración, pero la mayoría de los distritos de California no han mencionado la aceleración explícitamente en sus reportes de gastos. Sin embargo, pueden tomar varias acciones para apoyar este enfoque, incluyendo desarrollo profesional basado en evidencias y entrenamiento para maestros y personal, culturalmente relevante y alineado a materiales institucionales de cada grado, y programas como el puente de verano.
Para asegurarse de priorizar enfoques basados en evidencias que beneficien a estudiantes desatendidos, tales como la tutoría de alta dosis y la aceleración, los padres y las familias pueden utilizar este recurso en inglés y español como guía para comunicarse con maestros, líderes escolares, superintendentes, y miembros de la mesa directiva escolar, y monitorear los gastos del distrito aquí. Hacer que las escuelas y los distritos se hagan responsables puede dirigir efectivamente los fondos de alivio por COVID hacia estrategias significativas que aborden el empeoramiento de las brechas de rendimiento debido a la pandemia. Es a través de esos esfuerzos concentrados que podemos abrir camino hacia un futuro brillante y más equitativo para todos los estudiantes.
Lexi Lopez Crothers es la Directora de Abogacía y Comunicaciones de GO Public Schools, una organización no lucrativa que amplifica el trabajo de familias y sus defensores para promover y abogar por educación equitativa para los estudiantes desatendidos en California. Con más de una década de experiencia dedicada a las pólizas de educación y la abogacía de salud mental, ella ha jugado un papel importante al formar iniciativas que hagan impacto. Su experiencia incluye trabajo extenso en el sector no lucrativo y el servicio junto a un Congresista en el Valle Central y el antiguo Vocero de la Asamblea de California.