
Cómo han Utilizados los Distritos los Fondos de Alivio por COVID Hasta Ahora
En nuestra previa publicación del blog, echamos un vistazo a varias fuentes de fondos que están disponibles para apoyar a los estudiantes de California en su recuperación debido a COVID. Idealmente, hubiéramos preferido que los distritos escolares se apresurarán a capitalizar la abundancia de fondos para poder abordar la pérdida de aprendizaje, trauma y apoyos de salud mental, ausentismo crónico, o credencialización adecuada para los maestros. Sin embargo, un vistazo a los datos disponibles dibuja una imagen más complicada de los gastos hechos con fondos de alivio por COVID.
Cada paquete de fondos federales tiene un plazo límite para utilizar los fondos, así que un análisis definitivo de todos los gastos no será posible hasta el reporte anual en el 2026, después de que los fondos ESSER III hayan expirado. Pero cada paquete también tiene un plazo límite para obligar los fondos, lo que significa que los distritos escolares necesitan comprometerse a planes de gastos con meses de anticipación.
Los problemas surgen cuando se trata de monitorear la asignación de los fondos de COVID dentro de escuelas, distritos/Agencias Educativas Locales (LEAs), y Oficinas de Educación del Condado. Para poder cumplir los plazos, los fondos con frecuencia son comprometidos de acuerdo a las categorías de gastos de la mesa directiva, y no hay una fuente de fondos centralizada estatal o federal para mostrar cómo están utilizando realmente los fondos.
La información que está disponible en los reportes de gastos no inspira confianza sobre qué fondos están cubriendo efectivamente las múltiples desigualdades de aprendizaje en las escuelas de California. Notablemente, la categoría más grande para el paquete ESSER I fue la extremadamente amplia “otras actividades necesarias para mantener operaciones.”
Mientras que algunos fondos han sido utilizados en “materiales instructivos” y “apoyos de aprendizaje”, la mayoría de los gastos no se han enfocado en abordar las brechas de rendimiento académico. La prioridad de “remediar la pérdida de aprendizaje” ni siquiera es una de las 4 principales categorías de gastos hasta la etapa de ESSER II y ESSER III. Las escuelas han recibido una entrada de fondos sin precedentes, y hay estudios que apoyan el uso de estrategias que pudieran mitigar parte del daño educacional de la pandemia (estrategias como tutoría de alta dosis o de alto impacto), pero los fondos no siempre son utilizados, monitoreados, o reportados efectivamente.
Cuando se trata de la cantidad de gastos, lo que sí sabemos es que hasta ahora LEAs han utilizado lentamente los fondos para la recuperación de aprendizaje. El Congreso requiere que en cuanto a los fondos ESSER III, al menos el 20% de los fondos sean reservados para usar estrategias basadas en evidencias para recuperar el tiempo instructivo perdido. Un análisis del 2022 por la Asociación de Mesas Directivas Escolares de California mostró que los distritos de California habían gastado sólo la décima parte de este segmento de fondos, y a pesar de los beneficios probados, sólo 5% habían sido utilizados en tutoría y sólo 4% fueron dirigidos a aprendizaje de verano. Para el 2023, ese número ha aumentado un poco, pero la tendencia continúa. Para el fin de Marzo del 2023, LEAs en general sólo habían utilizado una tercera parte del dinero que el Congreso requiere sea reservado para intervenciones que remedien la pérdida de aprendizaje, y casi una cuarta parte de las LEAs en California ni siquiera lo habían tocado. Estas LEAs incluyen tanto distritos tradicionales como escuelas chárter.
California no está sola en esta tendencia. Para poner estos porcentajes en contexto, podemos revisar el ritmo que otros estados toman para gastar los fondos. Hasta el 30 de Abril, el porcentaje promedio nacional de gastos en las tres rondas de fondos ESSER fue de 52%. Por ejemplo, Iowa había gastado 70%, y Arkansas había utilizado 69%, mientras que Wisconsin había gastado 34% y el Distrito de Columbia había utilizado sólo 22%. California está en el octavo lugar entre los estados, y un poco más arriba del promedio nacional, con 58% de los fondos ESSER gastados.
Las tendencias de gastos hasta ahora varían grandemente por distrito. EdSource reportó en Junio que “cerca de la quinta parte de los distritos habían utilizado 80% o más de sus fondos ESSER III para el fin de Marzo, y una quinta parte había gastado menos del 20%.” Hasta esa fecha, Fresno Unificado había utilizado 27% de los fondos, Oakland unificado 40%, y West Contra Costa Unificado 39%. Sin embargo, del 20% de los fondos que deben ser reservados para remediar los retrasos de aprendizaje relacionados a la pandemia, Fresno Unificado había gastado 63% de esos fondos, mientras que Oakland Unificado había utilizado 0% y West Contra Costa 0.22%. Información sobre asignación y utilización (en un nivel muy amplio) para todas las LEAs puede ser encontrada aquí.
Dadas las demostradas necesidades académicas tanto en West Contra Costa como en Oakland Unificado, es imperativo que estos distritos, y todos los distritos, utilicen los fondos sabia y estratégicamente para remediar la exacerbación de las desigualdades y el aprendizaje sin terminar causado por la pandemia COVID-19. Esto podría incluir implementar tutoría de alta dosis u otras prácticas basadas en evidencia para la recuperación y aceleración de aprendizaje.
Las LEAs han citado múltiples justificaciones por no usar los fondos, incluyendo problemas en la cadena de suministro, preocupaciones sobre el uso de fondos de una-vez para programas continuos, navegar los requisitos de reportes, y el creciente problema de escasez de personal en todo el estado. Sea cuál sea el caso, el sistema de gastos, monitoreo, y reportes de California necesita ser reforzado para poder alcanzar adecuación, transparencia y responsabilidad financiera.
Molly Moloney es la Directora de Pólizas y Datos de GO Public Schools, una organización no lucrativa que amplifica el trabajo de familias y sus defensores para promover y abogar por educación equitativa para los estudiantes desatendidos en California. Su trabajo en el “Equipo de Impacto Local” apoya los grupos locales de GO con reportes de datos y campañas de pólizas. Previamente, trabajó como educadora de primaria, entrenadora de lectura, administradora de evaluaciones y conformidad, e investigadora socióloga enfocada en los problemas de los jóvenes.